El efecto frontera, y las ciudades de 15 minutos.
Aparecen ante mí estos dos efectos, mi necesidad de nueva migración se ha visto contaminada por el “efecto frontera” en la cercanía de ciudades de otras autonomías cercanas a la comunidad de Madrid como Ciudad Real o Toledo…lo que antes eran precios asequibles de 340€ han pasado a 570€ en unos meses, desde los confinamientos, la gente ha incrementado el tele trabajo y en la mayoría de los casos sólo precisa de una presencia física algunos días en la capital, y esto sumado a la burbuja inmobiliaria en negativo de la oferta de viviendas en Madrid, a hecho que trasladen su residencia a la periferia a 250 kilómetros de la capital, con el efecto de trasladar los efectos perniciosos de desequilibrar la oferta y demanda en esas ciudades…
Es lo que tiene tener todo el trabajo y negocio en un solo sitio sin prever los alojamientos de esa masa productora del mismo.
Al mismo tiempo ha coincidido con el “gran apagón”, que intencionado o no, ha puesto en evidencia las debilidades y fortalezas del tinglado.
Posteriormente se están sumando los problemas de Renfe que unen precisamente esas ciudades con la metrópoli que era el método ideal de traslado de esos extrañados al extrarradio capitalino.
En medio de este guion, reaparecen los forofos de las ciudades de 30 minutos como solución a los apagones, naturalmente sin argumentar que tienen que ver “el culo con las témporas”...
Pero aprovechando la entrada en liza de éstos forofos…reflexionemos sobre las soluciones de ciudades 15 minutos respecto al desequilibrio entre la oferta y demanda de vivienda:
¿Deslocalizarán centros de producción junto con la construcción de viviendas precisas para las personas que trabajen en ellas?
Ya dije: Cientos de años vaciando aldeas y pueblos para meterlos en megaciudades dormitorio cerca de los polígonos industriales, redes de carreteras y ferrocarril para su transporte, y me salen ahora con la ciudad 15 minutos.
Es de resaltar lo infantil del gráfico que usan para su apología, todo es servicios + ocios, el único trabajo es una mesa de oficina y una pantalla de ordenador…para ellos no existen las fábricas ni los complejos industriales…es decir esas ciudades cumplirían el rol que cumplen actualmente las ciudades frontera, y que yo sepa esas ciudades frontera también se han visto afectadas por el gran apagón, únicamente sería efectivo el auténtico móvil: la estabulación de personas en compartimentos estancos…
Quieren meter el “Nuevo Orden” en odres viejos, que están reventando…el “nuevo Orden” requiere odres nuevos, y esos no los han construido ni piensan en construirlos…lo mismo que el plan Kalergi es una estupidez, lo real es el suicidio demográfico que una sociedad corrompida en sus valores y principios que asume valores contrarios a su perpetuación como grupo que tendrá como resultado su desaparición natural y consiguiente extinción.
Las ciudades 15 minutos se quedan en un hipotético proyecto, en un mundo que no existe, de unas ciudades que tampoco existen.
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ResponderEliminarSiempre tan incisivo amigo Ávalon, directo y a la raíz.
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