El virus quimera VQ-19
Relato de ficción.
Noticiero Galáctico, desde el planeta Tierra nuestro corresponsal especial 93489 nos pone al día de lo que ocurre allí desde hace ya un tiempo:
“…Fuerzas negativas han parasitado este mundo, han urdido un plan malvado y lo han puesto en práctica”.
Crearon un virus quimera al que han llamado VQ-19 por la fecha en la que fue creado en un laboratorio. Ese virus quimera tenía la función de crear una falsa sensación de alarma sanitaria, e implementaron lo que ya tenían previsto: confinamientos, enfriamiento de la economía, traspaso de riqueza a grandes corporaciones y sobre todo comprobar hasta qué punto la sociedad era sumisa y dócil para lo que vendría después.
Unos meses después de la alarma sanitaria, milagrosamente los laboratorios farmacéuticos dieron con una inoculación milagrosa que llamaron inóculo antiVQ-19 que aseguraban que era eficaz al 90% en la inmunización del virus quimera.
Pero resultó que esa inoculación se comportó como un arma biológica, tenía miles de efectos secundarios, algunos reconocidos por la propia farmacéutica, y otros los fueron descubriendo con el tiempo.
Y comenzó una campaña masiva y opresiva de inoculación a la totalidad de la población, no fue el 100% pero sí en un número importante como un 90%. El resto milagrosamente pudo resistir por diversos motivos pero el 90% de la población fue inoculada.
La sorpresa vino después…
Durante la campaña de inoculación masiva se ejercieron una serie de coacciones difíciles de imaginar en esa sociedad hasta entonces, todo estaba justificado para lograr el 100% de la vacunación de la población.
En programas de radio y televisión y demás medios llamaron a expertos, tertulianos expertos en todas las materias, los cuales ofrecieron propuestas para en caso de no convencer a los remisos a vacunarse qué había que hacer con ellos.
Se llegó incluso a proponer desde la eliminación física de ellos pasando por la reclusión en campos de concentración al efecto y negarles cualquier ayuda incluso sanitaria.
Los acusaron de ser super contagiadores asintomáticos.
Por ese motivo estaba justificado su exclusión social.
La realidad puso la verdad sobre la mesa. Resultó que los inoculados se volvían una y otra vez a contagiar del virus Quimera. Cayó el mito de la inmunidad del 90 por ciento, al mismo tiempo empezaron a conocerse algunos efectos adversos, curiosamente la desaparecida gripe estacional volvió a aparecer con gran fuerza, ya tenían dos frentes: el virus Quimera y el virus de la gripe, eso junto al hecho de que la mayoría de la sociedad estaba inoculada con varios refuerzos, sorprendió a propios y extraños.
¿ Cómo puede ser esto, se preguntaban los expertos ?
Pues muy sencillo, habían creado un futuro distópico con la creación de una masa enorme de enfermos inmunodeprimidos, víctimas propiciatorias de cualquier virus o patógeno que circulara en su entorno.
Y en este entorno diabólico es el que se encuentra esta sociedad.
Comprobaron de manera empírica que tanto los inoculados como los no inoculados eran capaces de contagiar diferentes enfermedades, con lo que se tuvo que rechazar la segregación de la sociedad entre inoculados y no inoculados.
Ante una situación tan angustiosa, las autoridades apostaron por la vuelta de las mascarillas (que aunque no son suficientemente efectivas ante los virus, pensaron que mejor eso que nada).
Ese fue el motivo de la imposición de las mascarillas en los hospitales y lo extenderán al resto de los lugares como concentraciones Públicas Transportes etc. como si la solución final fuera la de coger a esta población inmunodeprimida y meterlos en una burbuja individual.
Pero se les ha ido de las manos, ser inmunodeprimido exige por su particular forma de enfermar medidas extremas como confinamientos, mascarillas, burbujas individuales, separación social etcétera.
De ese modo han conseguido la distopía actual donde se encuentran con una población en un altísimo porcentaje inmunodeprimida (por lo tanto débiles ante cualquier contagio), incluso cualquiera de ellos podrá convertirse en un contagiador porque puede que los restos de su sistema inmunitario permitan tener una enfermedad con capacidad de contagio y sin sus síntomas, y como no van a poder poner un marcador personal de contagiador, la única medida que les deja, es la burbuja personal sanitaria, tanto física como social.
Hagamos una hipótesis con un buque:
-Un buque está construido de forma compartimental de suerte que en caso de una vía de agua, se cierra ese compartimento y el buque no zozobra.
Lo mismo pensaron los expertos: Compartimentar las ciudades para que nos sea fácil el clausurar unas y que el resto de compartimentos esté seguro mientras arreglamos el compartimiento anegado.
¿Fué este el motivo real de las ciudades de 15 minutos?
Las últimas noticias que inundan ese planeta son las que lanzan unas autoridades de alto nivel de numerosas infecciones, algunos personajillos ya advierten que no es que sepan que llegarán nuevos patógenos, son los mismos de siempre, solo que llegan a un territorio sin los anticuerpos que defienden los cuerpos desarmados de ellos por las inoculaciones masivas, pero esas mismas autoridades replican que esos personajillos (sin relevancia social) son negacionistas comparables a terroristas y no se les debe hacer caso.
Fin de la crónica desde este planeta que ellos llaman Tierra de su corresponsal favorito 93489 para Noticiero Galáctico.
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