Algunas preguntas que se nos han planteado al grupo de “pensadores”:
¿Por qué no la ponen obligatoria y en cambio coaccionan para hacerla de facto obligatoria?
Algunos argumentan las indemnizaciones millonarias que tendrían que pagar por los efectos adversos de la vacuna y las muertes repentinas si fuera obligatoria.
Y no se tiene en cuenta que si ellos quieren (que controlan todo) harían leyes habilitantes para salvar el culo.
-Los gobiernos no pueden hacer obligatoria la vacunación porque entonces sí tendrían que hacerse responsables de sus efectos secundarios.
¿Qué les impide ponerla a la fuerza si están haciendo y pueden hacer cosas peores?
Esa es la incógnita a resolver, googleado sobre qué países tienen algo sobre la obligatoriedad, no encuentro ninguno.
Solo referencias que hablan de “vacunación obligatoria”, y citan Francia, Italia, Austria, etc. pero esa obligatoriedad es el efecto que quieren conseguir con las coacciones al respecto, pero “imperativamente” obligatorias no hay ninguno.
Como puede ser un ejemplo: robar o matar, cometer traición al estado…que está penado con la muerte en muchos casos, pero no existe la coacción como en el tema del pinchazo.
Da la sensación que están andando por el límite de una línea roja intraspasable para ellos (que si quisieran podrían pasar según mi criterio), pero por alguna razón no han traspasado por ahora (aunque caminan sobre ella).
Esta argumentación nos devuelve al principio:
¿Qué hay detrás de ese afán “pichatorio”?
¿Qué se esconde en el propio pinchazo, cuyos compuestos guardan tan celosamente?
¿Existe una “directiva” que desconocemos, que impida ponerla obligatoria?
Alguna hay al parecer, pero no lo podemos poner por escrito al no poder probar nada y ser una teoría (de momento) fantástica.
Lo único que sí parece ser cierto, es que sólo les vale la “voluntariedad”, aún con una coacción que parece imposible de soslayar y parece más una imposición forzada, quieren que del alma salga la rendición, pues si hay solo un resto de resistencia, queda invalidada la voluntariedad.
El ceder a la coacción es un acto de rendición que les vale como “voluntariedad”, sólo la resistencia total invalidará el plan, por eso mismo creemos que la determinación ha de ser hasta la muerte si es necesario.
Este ha sido el trabajo de nuestro equipo de “pensantes”, no hemos podido llegar a ninguna certeza, pero no por ello, vamos a dejar de estar en el tema que tanto nos intriga.
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