Tengo un pensamiento que me ha surgido cuando dormía, que me parece que puede ser interesante: Observando el estado de crispación emocional que hay en nuestra nación, creo haber encontrado una explicación a este estado.
En física “toda acción tiene su contra reacción”, eso es así siempre, y creo que en lo emocional de la sociedad puede haber algo parecido.
Suponiendo que la nación fuera un recipiente, y las gentes con sus emociones tuvieran color, podríamos representarlo gráficamente, vamos a ello: El color emocional de la izquierda ocupa en esta esfera un tercio, otra emocional ocupa la derecha y el centro pertenece a la emocional que es más susceptible de poder dialogar sin crispación excesiva.
IMÁGENES CENSURADAS
Cuando la derecha o la izquierda se crispa excesivamente, sucede una inflamación que al crecer esa inflamación, empuja la franja central, y ésta a su vez a la derecha, y por el principio físico de reacción y contra reacción, la derecha se inflama a su vez, empujando a su vez a la franja central, siendo ésta comprimida, y al ser de naturaleza mas maleable, no tiene el principio físico de contra reacción, acabará estrechándose ella sola al no tener sitio donde expandirse, con lo que la esfera estará aún disfrutando del efecto equilibrador de la franja central, pero sin fuerza decisoria, pues siempre cederá al que más empuje.
IMÁGENES CENSURADAS
Y el resultado será la inevitable absorción por las partes inflamadas de su espacio, no dando lugar a más equilibrios, y sí a una sola solución: el conflicto, el enfrentamiento y la destrucción posiblemente de la esfera si no hay rendición de una de las partes.
¿Qué quiero decir con todo esto?
Pues que si quien pueda hacer algo para impedir la constante inflamación de las partes más proclives a ser inflamables, no hace algo, la esfera se verá abocada a una situación nada buena.
No son los llamamientos a derecha e izquierda a la centralidad lo que lo pueden hacer, puesto que unos y otros no ceden nunca, sería un árbitro, y me temo que a ese posible árbitro le están dando jaque mate preventivo.
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